Recientemente se han divulgado las cifras de penetración de Internet en Venezuela, por parte de Conatel, el organismo regulador de las telecomunicaciones en el país, encontrándose que los usuarios de Internet que reporta este ente gubernamental ascienden a los 5.720.000 para el cierre del año 2007. De esta cifra se pueden realizar muchos análisis, pero quizás una de las primeras cosas que se nos viene a la mente es preguntarnos si este número es suficiente o no de acuerdo a nuestro nivel de desarrollo económico. La respuesta a la pregunta pasa necesariamente por establecer una comparación con otros países, y mucho mejor aún si esa comparación se establece con países de América Latina que en términos generales podrían parecerse más al nuestro que si hacemos esa comparación contra Estados Unidos o Europa.
Los 5.720.000 usuarios equivalen a un 20% de la población total, lo cual comparado a un 24% de penetración de Internet en Latinoamérica, para el mismo período de tiempo, nos coloca ligeramente por debajo de la región. Desde hace unos seis años que venimos haciendo este análisis comparativo Venezuela en la mayoría de los años de ha quedado por detrás del promedio. Este análisis, sin embargo, es sin duda benevolente ya que estamos tomando la región como un promedio, ya que si la comparación la hacemos bis a bis con los países de mejor desempeño, la brecha es mucho mayor. Por ejemplo, Chile que es el líder de esta parte del mundo ya supera el 50% de penetración. Pero sin pretender compararnos con el mejor desempeño, países como Argentina, Brasil, México o Colombia ya superan a Venezuela en acceso a Internet.
Ahora nos preguntamos por qué nos estamos quedando atrás, si nuestro país está creciendo como ningún otro en la región y se están obteniendo cifras record en ventas de vehículos y otros bienes de consumo. La respuesta está en que Internet por los momentos sigue siendo un servicio atado al conocimiento. Si alguien desea acceder Internet hoy día, requiere saber usar un computador, y después entender qué se puede hacer con Internet. Esto aun cuando no es una barrera infranqueable, exige más esfuerzo que el disponer simplemente de los recursos. De hecho, sabemos que por el precio de una bebida gaseosa es posible navegar una hora en Internet, en alguno de los miles de centros que dispone el país. También, hay que destacar que en algunos países que ahora nos aventajan, ciertas políticas públicas han ayudado sin duda a ese crecimiento.
Nuestra conclusión es que el crecimiento de Internet exige no sólo que los consumidores tengan la liquidez para “comprarla” sino que tengan la disposición y el conocimiento para “usarla”. Es en este sentido, que pensamos que un gran aporte para el crecimiento de la red en Venezuela será sin duda cualquiera que apunte al conocimiento y aprendizaje de esta tecnología. “Infocursos” versus Infraestructura: No se trata de abrir centros de conexión a Internet en cada esquina sino de enseñar a usar Internet de una forma masiva. Usar la televisión del Estado para estos fines de “infoalfabetización” sería un excelente paso. Mucha tela que cortar.
A pesar de lo dicho, es nuestra obligación aclarar que aun cuando la penetración de Internet en la población es inferior a la que quisiéramos, este medio ofrece múltiples oportunidades en la actualidad. Lo primero es recordar que un 69% de los usuarios venezolanos pertenecen a las clases populares. Internet no es elitesco. Internet ya pertenece a las mayorías, lo que pasa es que esta penetración aun tiene mucho por crecer. De acuerdo a esto es que muchas empresas deberían acercarse a Internet para promover y comercializar sus productos. Ya la excusa de la baja penetración poco a poco va perdiendo peso y mucho más aquella que dice que Internet es para unas élites.
En las zonas populares cientos de miles de venezolanos echan un vistazo a lo que pasa en el mundo gracias a este maravilloso invento. Los niños no sólo juegan sino que hacen sus tareas con una enciclopedia ilimitada que nunca pudimos imaginarnos los que crecimos limitados a unos cuantos tomos. Los jóvenes comparten su vida con sus amigos en la red, en cualquier parte del mundo que se encuentren, mientras que aquellos que buscan superarse en la vida no sólo usan la red para buscar oportunidades de trabajo sino para aprender cada día más. Internet no está alejada de los problemas de los venezolanos y por ello más de uno se refugia en estos cibercafés en busca de un espacio tranquilo y seguro para aprender y soñar.
Por supuesto que este medio tiene sus amenazas, todos los días las leemos y estamos expuestos a ellas. No obstante, si queremos un país moderno, es importante que hagamos un esfuerzo. En lo macro, si trabajamos en el gobierno o en la empresa privada debemos trabajar para que nuestros ciudadanos se eduquen y tengan contacto con el mundo. En lo micro, perdamos el miedo y preguntemos. Sin duda alguien nos dará una mano. Internet es sin duda la mejor herramienta de la que disponemos en la actualidad para aprender, comunicarnos y divertirnos. Aprovechémosla para lo bueno.
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