Generalmente nos referimos a la brecha digital como la división que existe entre quienes tienen acceso a Internet y los que no. Este concepto se puede aplicar no sólo a las personas sino a las empresas, donde las Pymes se encuentran a la saga de las grandes empresas.
La posesión de computadoras y el acceso a Internet son algunos de los indicadores más usados para medir la penetración de las tecnologías en las empresas. Por ejemplo, en Venezuela, la diferencia que existe entre las empresas pequeñas y las grandes en la tenencia de al menos una computadora es de un 45%.
No obstante, esta brecha digital en la realidad es mucho mayor. Si agregamos otro indicador que no sea sólo el uso de al menos una computadora sino cuántas personas tienen acceso a un PC en las empresas, la brecha se incrementa. Más aún, si consideramos los usos de las computadoras podemos asombrarnos al ver que las empresas pequeñas están usando las PCs como cajas registradoras y fax.
Conclusión: Se trata entonces de lograr que más Pymes tengan al menos un PC. Pero también de que más personas en esas Pymes tengan acceso a las computadoras, que cada vez más equipos tengan acceso a Internet y que los usos sean más complejos y relacionados con los procesos de negocios de las empresas.
Estamos hablando de no quedarnos en un mundo de dos dimensiones: PC + Internet y pasar a una realidad multidimensional que por ahora para la mayoría de las Pymes se ha convertido en una realidad virtual.
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