La semana pasada se celebraron los 25 años de la PC. Esta celebración que fue cubierta por los medios tradicionales haciendo referencia al lanzamiento del primer computador personal de IBM, la 5150.
En ciertos medios digitales, sin embargo, esta celebración estuvo cubierta de estuvo cierta polémica. Definitivamente este PC no fue el primer computador personal, siendo que la Altair 8800 y la Apple II habían sido lanzadas al menos cinco años antes. Además, existían otros computadores caseros como los fabricados por Commodore.
El mayor argumento para haber tomado el mes de agosto de 1981 como un hito de la computación quizás fue el hecho de que este primer computador de IBM trabajó con una arquitectura abierta que se basó en los procesadores Intel y en el sistema operativo MS-DOS.
Recuerdo que precisamente en mi caso, mi primer contacto con un computador personal fue precisamente con una Commodore. Mi amigo Pablo Felipe Rodríguez y yo trabajábamos programas sencillos en Basic, en aquella maravillosa máquina que su papá le había regalado en un cumpleaños y cuyo monitor era la pantalla de su televisor.
Ya había visto yo aquellas tarjetas perforadas que los amigos de mi hermana usaban, pero que yo recolectaba para jugar sin saber de que se trataba.
No fue sino hasta 1985, varios años después, cuando comencé a estudiar en la UCAB y tuve la oportunidad de trabajar con estos maravillosos computadores IBM que tenía la universidad. No tenían disco duro y había que trabajar con los discos flexibles de 5 ¼. En estas máquinas elaborábamos programas sencillos en lenguaje Basic para ciertas operaciones financieras.
En 1988 finalmente pude comprar Mi Primer PC. Fue una Macintosh 512k y me atrevería a decir que hasta la fecha es la experiencia de computación más amigable que he tenido. Sólo comparable a la que me permitió experimentar mi primer teléfono Nokia. Por cierto, esta computadora si mal no recuerdo me costó Bs. 24.000 y la compré con un financiamiento que me otorgó el Banco Mercantil.
El salto de aquella IBM de la universidad al sistema de Apple basado en ventanas era un salto enorme. Con aquella computadora podía elaborar complejos cálculos financieros y macros en la hoja de cálculo. Podía también hacer dibujos en el Paint. Era la herramienta perfecta, cuya opera prima fue mi tesis de grado.
Aun cuando desde esa fecha no he vivido sin un PC, teniendo clones, Toshiba, Compaq, Dell y HP; me atrevería a decir que aquellos años con Mi Primer PC tienen una significación especial. El equipo no tenía disco duro y su procesador era infinitamente más lento que el que tengo hoy, pero definitivamente mis expectativas eran menores. Qué compromiso el que tienen los PCs que están por venir, ¿no?
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