De unos años para acá se viene hablando en los ambientes de negocios de los consumidores de bajos ingresos. En el caso de Venezuela, pareciera obvio que las empresas consideren este segmento de mercado nada más y nada menos porque representan poco más del 80% de la población. Además en muchos productos, aun cuando la penetración en estos estratos pueda ser mucho más baja que la clase media y alta, en valores absolutos definitivamente representan mayoría. Ejemplo de ello, por mencionar sólo dos, son los reproductores de DVD y los microondas. Podemos decir entonces que cualquiera que quiera vender un servicio o producto de consumo masivo en Venezuela debe considerar los estratos C y D.
Recientemente Datanalisis realizó una investigación de mercados en el estrato E, que representa un 43% de los venezolanos y cuyo grupo tiene los menores niveles de poder adquisitivo, en promedio. El estudio se enfoca en aspectos relacionados con los ingresos, el presupuesto familiar y los hábitos de consumo de alimentos. No obstante, también explora algunas categorías como los medicamentos, el entretenimiento y la tecnología.
En este último rubro, quisiera comentar algunos hallazgos generales del estudio de Datanalisis.
El primero de ellos es que el uso de las telecomunicaciones en este grupo es combinado. Es decir, se observa que debido a la alta sensibilidad precio de esta demanda, se usan los mensajes SMS en una elevada proporción de manera de “rendir” el saldo de la telefonía celular prepagada, combinando este medio con los teléfonos públicos de los centros de telecomunicaciones y de la telefonía informal.
Debemos recordar que la telefonía celular se constituye en la principal tecnología que acceden estos grupos de menores ingresos, presentando beneficios funcionales como la posibilidad de comunicarse, acompañados de beneficios emocionales como una gratificación y un sentido de pertenencia.
También devela el estudio que Internet goza de una excelente imagen, encontrándose que las personas del estrato E presenta una actitud positiva hacia Internet. Lo ven como una excelente posibilidad para comunicarse con familiares y amigos que se encuentren en otros lugares, para ayudar en las tareas de los niños o simplemente para mantenerse informados. Estas opiniones favorables son independientes de su condición de usuarios.
Conclusión: Definitivamente los venezolanos presentan una interesante propensión al uso de la tecnología que se refleja en la valoración que hacen de servicios como la telefonía celular e Internet. Aún cuando su nivel de ingresos esté limitado, han desarrollado estrategias para acceder a estas tecnologías lo que ofrece grandes oportunidades para desarrollar servicios de telecomunicaciones en estos grupos y para desarrollar políticas públicas orientadas a usar estos medios como plataforma de educación y de acceso a los entes del Estado. Mucho se ha hecho, pero las oportunidades están allí. Estaremos atentos para ver quiénes toman la iniciativa.
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