lunes, junio 2

Esto es entre tú y yo

Estoy escribiendo este post en un avión para publicarlo cuando me conecte a Internet en mi casa. Varias horas de vuelo y cierto tiempo para pensar.

A pesar de tener mi ansiado pasillo termino cediéndolo a una madre preocupada porque su hijo pequeño se ha sentado una fila delante de ella.

Termino en el detestable puesto del centro aunque con cierto alivio porque quedo en el medio de dos damas.

Entre las primeras palabras que intercambiamos está el cómo las computadoras y la Internet nos han cambiado el día a día de nuestro trabajo.

Terminamos hablando de Facebook , de los bueno de encontrarse a los amigos de la secundaria y de lo terrible de la multiplicidad de mensajes inútiles que terminan por agravar nuestro exceso de información.

Definitivamente, esta es la etapa en donde las Redes Sociales están ocupando no solo buena parte del tiempo de los usuarios, sino que también se están convirtiendo en unas puertas de entrada a la red, donde no sólo estamos creando contenidos, sino que los estamos compartiendo con nuestros relacionados y, en cierta medida, influyendo en ellos.

Ahora en estos sitios, escribimos comentarios, publicamos fotos y vídeos, chateamos y enviamos y recibimos mensajes de correo. En fin, estamos haciendo muchas cosas que ya hacíamos, pero en un solo lugar y con nuestros amigos.

Este ambiente de creación y de compartir, por otro lado está haciendo que seamos más celosos con los mensajes que recibimos de terceros.

No estamos en el modo de búsqueda como cuando navegamos en Google y estamos abiertos a la publicidad contextual, sino que estamos en una conversación muchas veces íntima con nuestros amigos y nos molesta en cierta medida que otros traten de inmiscuirse.

Este celo se hace más grande en la medida que somos más experimentados.

Definitivamente que esta Red ofrece oportunidades para las empresas, pero también impone riesgos si las cosas no se hacen bien. Ya hay muchos casos de éxito y fracaso. Incluso, en una misma empresa. Recordamos como el lanzamiento del Renault Clio en España y el uso de un pseudo blog fue ampliamente criticado, mientras que la misma empresa en Italia obtuvo excelente resultados al apoyarse en algunos blogueros para promover dicho lanzamiento.

Mi consejo, no hagamos las cosas sin tener un objetivo claro y sin comprender cómo se comportan estas comunidades de usuarios ya que los resultados pueden ser muy negativos y en el mejor de los casos perderemos dinero.

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