Los tiempos de locura requieren empresas locas

Las proyecciones económicas para este año indican que el Producto Interno Bruto venezolano decrecerá nuevamente. Luego de poco más de veinte trimestres consecutivos de crecimiento, entre los años 2003 y 2008, este será el segundo año de contracción en la actividad. La política económica del gobierno y un ambiente adverso para la empresa privada nos han colocado en un entorno recesivo. Las empresas, sin embargo, no sólo tienen que lidiar con la caída de la demanda, sino con la inflación, los elevados costos y el control de cambios. Los más pequeños también se quejan de los requisitos legales y la carga impositiva, la dificultad para acceder al financiamiento, e incluso de la inseguridad personal, de la que no se salvan las empresas. En una próxima entrega profundizaremos sobre la situación y problemática de las empresas venezolanas, por los momentos, comentaremos algunas ideas sobre cómo enfrentar estos momentos de recesión y dificultades económicas...

1.      Estimar la duración de la recesión: Lo primero que debe hacerse en una crisis económica es preguntarse si puedes vivir de tus reservas o tienes que acometer una reestructuración para soportar mayor tiempo. Dependiendo de la duración esperada de la crisis, las medidas serán diferentes: retroceder de verdad versus retroceder para coger impulso. En este caso, pareciera que la crisis llegó para quedarse un buen rato, a menos que se realice un cambio de timón en las políticas económicas actuales.

2.      Defender la base de clientes: Con un menor crecimiento del mercado viene una mayor rivalidad, porque la única manera de mantener la escala es “robando” clientes a la competencia. Esto obliga a reforzar las acciones de calidad y retención de clientes.

3.      Usar las respuestas tradicionales que nos han funcionado: Ya hemos vivido otros períodos de recesión. En esta suerte de Deja Vu, debemos preguntarnos, ¿Qué hemos hecho en el pasado?: ajustar la plantilla de trabajadores, minimizar inversiones a lo imprescindible para mantener operación, reducir presupuesto de mercadeo y tecnología. Lamentablemente, muchas de estas medidas son contraproducentes porque atacan áreas donde puede haber soluciones. También debemos tomar en consideración que la situación actual tiene sus características propias.

4.      “Escarbar” en el mercado: Aun cuando el mercado general se contraiga, existen oportunidades en segmentos específicos que debemos identificar. Es decir, en crisis sí hay oportunidades, a pesar de que la demanda agregada sea menor. Un ejercicio útil es la segmentación de mercados, donde se parte de una comprensión de los consumidores o clientes, y sus necesidades.

En definitiva, como dijo Tom Peters, “los tiempos de locura requieren empresas locas”, por lo que es importante buscar soluciones poco convencionales.

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Artículo originalmente publicado en Hormiga Analítica No. 63