Así como las personas se van desarrollando y madurando en la vida real, los usuarios de Internet hacen lo mismo. Esta evolución además está condicionada por la evolución del medio que permite nuevos usos y por las características del usuario. Un usuario nuevo tiende a explorar la Web con cierto ímpetu que luego irá perdiendo, en la medida que vaya descubriendo ciertos usos específicos que le son útiles para sus estudios o trabajo, o simplemente para sus pasatiempos habituales. También en la medida que vaya aprendiendo diversidad de aplicaciones y destinos, tendrá menos tiempo disponible y, por ende, tenderá de forma natural a concentrar sus usos.
Esto lo validamos cuando comparamos los usos de Internet en diferentes países de Latinoamérica, donde los mercados menos desarrollados tenían una concentración de usos mayor.
Dentro de esta exploración que van realizando los usuarios, se encuentran las páginas de adultos y aquellos lugares cuyo acceso virtual es más fácil o menos riesgoso que lo que podría serlo en el mundo real. Ya la fiebre irá pasando para la mayoría.
Dejará ese usuario de hacer ciertas cosas que ya no le causan curiosidad en la medida que madure digitalmente. Es como ese niño que toma un objeto como juguete y se aferra a él hasta llorar, pero que en unas horas simplemente lo deja tirado en el olvido porque el mismo perdió su encanto.
Este usuario en desarrollo será más propenso a recibir Spam y a generarlo, porque su buzón de entrada no está saturado y cualquier mensaje que le llegué será novedad. Igualmente, será uno de los principales propagadores de mensajes de cadena.
Conclusión: Aun cuando esta etapa naive es la más peligrosa para ser victima de los fraudes y virus, es una etapa crítica para el aprendizaje. Ese nuevo usuario al dedicar horas de navegación está aprendiendo a moverse en el mundo digital y a usar ambos lados del botón de su Mouse.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario