lunes, marzo 5

Estonia y su Democracia Electrónica

En Venezuela hablar de votaciones electrónicas no es una buena idea. La elevada politización de nuestra sociedad y las denuncias de fraude que han sido formuladas en los últimos procesos eleccionarios dejan un mal sabor en la boca. Si te pronuncias a favor, te tildarán de Chavista o de Incauto, en el mejor de los casos, y si te manifiestas en contra, simplemente eres un Golpista. Como este espacio lo hemos mantenido alejado de la diatriba política, aspa lo mantendremos para centrarnos en nuestro tema tecnológico y de negocios.

Esta aclaratoria la formulo al comienzo de mi reseña sólo para dejar claro que no pretendo proponer este tipo de soluciones en este momento de la historia que vivimos. Serpia imprudente y poco útil. Lo que deseo es ilustrar a lo que podemos llegar en un futuro con el uso de Internet en los procesos de votación.

Desconozco la realidad política de Estonia, pero sólo se que el domingo pasado fueron las elecciones parlamentarias y unas 30.000 personas ejercieron su derecho vía Internet. Esto representó algo así como el 60% del registro electoral, con lo que se podría catalogar esta experiencia como un éxito. Obviamente, la polémica no faltó y aquellos que no se sentían cómodos con esta forma de expresar su voluntad podían hacerlo por la forma tradicional.

El principal argumento esgrimido por la comisión electoral de ese país fue que si el 82% de los estonios tramita la devolución de impuestos por Internet y confía a este medio sus operaciones financieras, no hay motivo para que no le confíen su voto (fuente: www.elmundo.es). En nuestro caso, aun estamos lejos de usar un argumento como este pero como dije al comienzo es una experiencia interesante de conocer ya que en un futuro buena parte del mundo civilizado usará este medio para consultar a los ciudadanos.

Debemos recordar que el gobierno electrónico involucra un continuo que va desde la mera presencia digital de os organismos públicos, pasando por la posibilidad de ralizar transacciones, como pagar impuestos, hasta llegar a la llamada democracia electrónica, de la cual Estonia es un buen ejemplo.

Algo sobre Estonia, según Wikipedia:

Población: 1.332.893 habitantes

Gobierno: Democracia Parlamentaria

PIB per cápita: US$ 15.217

“Tras la caída de la Rusia imperial durante la revolución de octubre, Estonia declaró su independencia como república el 24 de febrero de 1918. Incorporada más tarde por la fuerza a la Unión Soviética en junio de 1940, volvió a independizarse el 20 de agosto de 1991 tras la caída de la URSS. Desde que las últimas tropas rusas abandonaron el país el 31 de agosto de 1994, Estonia ha sido libre para promover lazos económicos y políticos con Europa occidental. Tras negociaciones en 1998, Estonia ingresó en la Unión Europea en mayo de 2004”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De verdad pensé que era la única persona en Venezuela que le había llamado la atención esa noticia sobre Estonia.
Carlos, aún nos queda un largo y divertido camino para el uso de tecnologías. Las oportunidades están servidas.
Un placer leerte