miércoles, marzo 21

Gracias Sr. Carlos

Hace un par de años en una reunión gremial relacionada con el tema de Internet observaba asombrado como una persona de una gran empresa de consumo masivo estaba exponiendo como habían creado una especie de Cybercafé dentro de la empresa para que los empleados hicieran sus transacciones en horas no laborables.

Mi sorpresa radicaba en que una elevada proporción de la plantilla laboral no tenía acceso a Internet aun cuando usaba una computadora. Para serles sincero, todavía no entiendo muy bien como se puede disociar el PC y la Internet hoy día. La única manera de hacerlo es remontándome a más de diez años atrás. Creo que esto es aun más difícil de comprender para un muchacho de doce años.

No obstante, a partir de aquel evento me quedé pensando y escribiendo en más de una oportunidad como se puede apoyar la ruta a una verdadera sociedad de la información, no en las mayorías de menores ingresos, donde definitivamente requerimos de un cuerpo de políticas públicas y de iniciativas sectoriales privadas que permitan un verdadero salto cuántico (y sobre lo cual ya he escrito unas cuantas líneas).

Me refiero en esta oportunidad a esa masa de personas que están insertas en la economía formal y que son más o menos unas seis millones y medio de personas, en el caso de Venezuela. Pensemos en el empleado público y en el trabajador de la empresa privada. No, no en el gerente que usa el messenger y paga sus tarjetas de crédito por Internet, sino al trabajador de a pie (en este caso no me refiero a la cualidad de desplazarse caminando sino de no tener acceso a un PC, con Internet por supuesto).

Si hacemos el ejercicio teórico de asumir que a todos los trabajadores formales los info-alfabetizaramos, estaríamos hablando de un grupo que representa el 24% de la población, con lo cual nuestra penetración subiría de 16% a un porcentaje mucho mayor, siendo que a ese 24% hay que sumarle los niños y aquellas personas que no están en la economía formal pero que hoy día usan Internet.

En el caso de mi empresa, todas las personas que usan un PC tienen acceso a Internet y, hasta hace unas pocas semanas sólo cinco personas no tenían acceso a una computadora, lo cual equivale a un poco menos del 3% de la plantilla de trabajadores. A estas cinco personas las hemos incorporado en un programa de capacitación de forma de darles una identidad digital. Estamos hablando de aprender a usar el PC y saber como usar Internet y el correo electrónico.

Todavía no sé exactamente qué impacto directo tendrá esto en la empresa, pero de lo que sí estoy seguro es del impacto que esto tendrá en sus vidas. Dos de estas personas tienen niños pequeños en edad escolar y, como uno de ellos mismos dijo, ahora podrá ayudar a sus hijos con las tareas. Para otros, definitivamente los estamos incluyendo. Ya podrán opinar sobre el tema y definitivamente su autoestima ha aumentado.

Como un efecto secundario y a raíz de una idea que me dio Elba Monterola de la CANTV (en una excelente charla sobre la responsabilidad social empresarial), los cursos los está dictando Superatec, una ONG vinculada a la Universidad Católica Andrés Bello, con lo cual estamos bateando un doble (para hablar en términos beisboleros) porque también ayudamos esa causa.

Hace pocos días escuché una de las frases que más satisfacción me ha dado en los últimos años y esa fue la de la señora Mariana cuando me dijo: Gracias Sr. Carlos. Ahora mi meta es que ella sepa lo que es un Weblog y pueda leer estas líneas.

3 comentarios:

Dani dijo...

Estoy segura que iniciativas como estas son las que hacen que un país sea más grande y su gente mejor. Si cada uno de los empresarios de Venezuela ayudara por lo menos a 5 personas de esta manera, definitivamente la historia sería otra. No hablo de Internet como el espacio que te permite chatear o estar en contacto con tus amigos, hablo de Internet en el sentido de la modernidad, de salir del oscurantismo, de estar abiertos a la sociedad de la información, o simplemente del Internet que te permite ayudar a tus hijos a hacer la tarea. Hablo definitivamente de un mundo mejor que se lograría si todos ponemos un granito de arena como el tuyo.

Anónimo dijo...

Ciertamente el trabajo de romper las brechas es una labor de todos. Te felicito por esa iniciativa. Quisiera referirte también sobre unas iniciativas llevadas en Argentina para romper con la brecha digital de la Edad. Para ello te copio el link del Blog de Martin Varsavsky
http://spanish.martinvarsavsky.net//susana-varsavsky-rompe-la-otra-brecha-digital-la-de-la-edad.html
Sin duda las brechas son muchas, pero entre todos podemos reducirlas.

Unknown dijo...

Realmente te felicito por esta gran iniciativa de tu parte. En especial la satisfacción y alegría que brindaste a varias personas al sentirse parte de la organización. Yo fue testigo de la alegría con que vino a mi oficina Mariana para notificarme la noticia de que tendría un acceso a una comptadora con Internet.