lunes, junio 11

¡Ah, pero no tiene cámara!

Hemos sido testigos del vertiginoso crecimiento de las telecomunicaciones móviles en los últimos años. Mientras que la mayoría de los servicios de telecomunicaciones crecieron entre un 12 y un 35%, los suscriptores de la telefonía celular alcanzaron 18.789.466 personas, según reportó CONATEL.

Este resultado coloca a Venezuela con una penetración de telefonía móvil del 68,93% y refleja un crecimiento del 50,36% en el número de usuarios en el año 2006.

Este desempeño ha estado influenciado no sólo por factores macroeconómicos como la disponibilidad de un mayor ingreso por parte de la población, sino también de elementos microeconómicos como la rivalidad de la competencia entre las empresas operadoras que han sido muy activas en cuanto a sus promociones dirigidas a captar nuevos clientes.

Sin embargo, el mayor cambio que ha experimentado el mercado de la telefonía móvil en Venezuela no ha sido el incremento en el número de sus abonados sino aspectos cualitativos relacionados con el uso del servicio. En este grupo, podríamos mencionar elementos como el crecimiento de las comunicaciones de texto, las descargas de contenidos y sobre todo la preferencia por los equipos que poseen cámaras fotográficas, reproductores mp3, acceso a Internet, entre otros.

En el primer caso, desde el 2005 el número de mensajes de texto superan los minutos de conversaciones de voz. También sabemos el aumento de las descargas de contenidos (tonos de repique, imágenes, etc.) que han experimentado las operadoras.

No obstante, quisiéramos detenernos a analizar la importancia que han venido cobrando todos esos aditivos que incorporan los dispositivos. Podemos decir, que lo que eran características “curiosas” que se agregaban a la principal función de comunicación de voz de los teléfonos celulares pasaron a convertirse en razones de peso para elegir o no un dispositivo, convirtiendo el teléfono móvil no sólo en un medio de comunicación sino en un verdadero centro de entretenimiento.

Si vamos al cine, vemos como en las películas ya los celulares son un protagonista que no es mencionado en el reparto pero que tiene un rol principal. Tanto los delincuentes como las autoridades no sólo los usan para hacer sus llamadas sino para enviar una foto como evidencia o conectarse a Internet.

La vida real en este caso creo que supera a la ficción y está llena de ejemplos. En mi caso, apenas hace tres semanas adquirí un nuevo equipo celular y cuando lo mostraba con orgullo un compañero de trabajo soltó una frase contundente: “ah, pero no tiene cámara”. Bastó que dijera esto para que mi súper teléfono se convirtiera en un equipo fuera de todas las tendencias. Por supuesto, después de esto ya no quiero mi teléfono y lo he puesto a la venta.

La expresión de mi compañero refleja sin duda la importancia que estas características, que antes eran opcionales y adicionales, se han convertido en una condición necesaria para comprar un equipo.

Ya una investigación de mercado realizada el año pasado por Datanalisis mostraba como un 24,5% de los usuarios de celulares declaraban que habían adquirido el equipo por el acceso a Internet y un 22,8% decía lo mismo con relación a la posibilidad de escuchar música. La importancia de la cámara fotográfica era del 8,3%, aun cuando sabemos que esta tendencia ha venido creciendo y este año será mayor.

Este comportamiento además es mucho más marcado en los jóvenes e incluso en los niños que hoy día ya disponen del servicio. Estos grupos de menor edad se inclinan por las comunicaciones de texto y son grandes adeptos a las características que hacen de los dispositivos móviles de una herramienta insustituible de entretenimiento y socialización.

Por supuesto, esto también trae sus riesgos y por ello en muchos lugares el acceso con celulares que poseen cámara fotográfica se ha convertido en un problema por la invasión a la privacidad de las personas. También son conocidos algunos casos de robos en las salidas de las agencias bancarias asistidos por esta tecnología.

De todas formas, aunque no podemos ocultar los riesgos, las ventajas que ha traído esta tecnología a la vida de las personas superan con creces sus riesgos. El reto está en educar a los usuarios acerca de sus riesgos y extender estas aplicaciones a otros campos distintos al entretenimiento, tales como la educación y los negocios.

nota: este artículo fue publicado en el boletín de tecnología del Ultimas Noticias el pasado 17 de mayo de 2007.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tengo entendido, por un reportaje de Harry Whisbeck de CNN en Español, que los estudiantes venezolanos utilizan sus celulares para coordinar sus actividades de protesta contra el Gobierno. Para muestra basta un boton: Fue genial, por ejemplo, aquella vez que las fuerzas de represión evitaban que los estudiantes salieran de la Ciudad Universitaria, estos, coordinándose con ayuda de los mensajes por sus celulares, se escaparon por la Plaza de las 3 Gracias y llegaron a la Plaza Brion de Chacaito, sin que esas "Autoridades Policiales" se percataran de ello...